La reparación integral del daño es un derecho de las víctimas de delitos o de violaciones a sus derechos humanos que, como consecuencia de ello, han sufrido afectaciones que necesitan ser atendidas.
Cada persona es diferente y, por lo tanto, un mismo hecho puede afectar de maneras muy distintas a cada quien y crearle necesidades diversas a las de otra persona.
Por ejemplo, si hay un robo con armas a un banco, cada persona que es amenazada y robada va a ser afectada. Algunas de ellas tendrán necesidades similares y otras tendrás otras distintas. Por ejemplo: en algunas puede dejar un trauma fuerte y requerir apoyo psicológico para trabajar con él, pero otras no.
¿Qué implica que la reparación del daño sea integral?
Es necesario acudir a la Ley General de Víctimas, que nos da cinco “rubros” que deben tomarse en cuenta para la reparación integral.
Restitución. Busca devolver a la víctima a la situación anterior a que sufrió el delito o a la violación de sus derechos humanos. La víctima tendrá derecho a la restitución en sus derechos, así como en sus bienes y propiedades si hubiere sido despojada de éstos, por ejemplo, la libertad o el patrimonio.
Rehabilitación. Busca facilitar a la víctima el hacer frente a las consecuencias sufridas por causa del delito o de las violaciones de derechos humanos, por ejemplo, terapia física o psicológica.
Compensación. La cual ha de otorgarse a la víctima de forma apropiada y proporcional a la gravedad del delito sufrido teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso. Ésta se otorgará por todos los perjuicios (lo que podría haber ganado y dejó de ganar), sufrimientos y pérdidas que sean económicamente determinables y que hayan resultado como consecuencia del delito o de la violación de derechos humanos.
Satisfacción. Es de carácter no económico y consiste en realizar acciones dirigidas a reconocer y restablecer la dignidad de la víctima y dar a conocer la verdad de lo sucedido. Las medidas de satisfacción proporcionan bienestar y tratan de reducir el dolor de la víctima, por ejemplo, las sentencias son por naturaleza una medida de satisfacción a la víctima por el conocimiento de la verdad.
No repetición. Son aquellas medidas que se adoptan con el fin de evitar que las víctimas vuelvan a ser objeto de violaciones a sus derechos o de un delito, y para contribuir a prevenir o evitar la repetición de actos de la misma naturaleza, también se identifican con políticas públicas de prevención, por ejemplo, adecuar una ley, dar cursos de capacitación, elaboración de protocolos o de reglamentos que vayan dirigidos a asegurar que no va a volver a suceder.
Para una buena evaluación del sistema de justicia penal se debe considerar el indicador de la reparación del daño a la víctima, pues mientras la satisfacción de los derechos de la víctima no se transforme en un parámetro central de evaluación de la justicia, la misma será solo un trámite más dentro del Estado (Lazcano, 2016).
