El objetivo de las medidas cautelares es garantizar la presencia de la persona imputada en el desarrollo del proceso penal y en el juicio, a través de la medida más justa, para lograr los fines del proceso (esclarecimiento de los hechos, proteger al inocente, procurar que el culpable no quede impune, proteger a la víctima y garantizar la reparación del daño).
Para poder imponer una o varias medidas cautelares, el Juez/a tomará en cuenta lo manifestado por las partes y, para determinar cuál sería la medida más efectiva, se basará en los principios de necesidad (como su nombre lo dice, que sea necesaria para cumplir con los objetivos del procedimiento), utilidad (que nos ayude al cumplimiento), proporcionalidad (que sea acorde a las necesidades del caso concreto y nunca excesiva) e idoneidad (que sea la más efectiva para dar cumplimiento a los objetivos de la cautela).
Además de lo anterior, también se considera la evaluación de riesgo que realiza la Autoridad de seguimiento de medidas cautelares y de condiciones de la suspensión condicional del proceso. en la evaluación de riesgo. Esta evaluación es un estudio que tiene por objeto indagar sobre la persona imputada, su familia, entorno social, antecedentes para estimar el rango de posibilidad de que pueda afectar la integridad personal o la vida de la víctima, ofendidos, testigos o a la comunidad; o bien, determinar si hay posibilidades de que se de a la fuga.
